Hoy mi vida escapa entre tus dedos,
mañana el alma corrompida por el tiempo
alcanzará el halo de tu andar siniestro
y mi pecho, escuálido recuerdo,
de otrora un hombre
se desvanecerá entre tinieblas
a la negra sombra de un ciprés.
Y si vienes a buscarme, ángel cuerno
a tus pies me tiendo, no lucho ni me enfrento
solo espero ese momento
de dejarme hundir entre tus carnes,
de quedarme frío entre tus huesos,
que tu guadaña siegue para siempre mis momentos
y que el olvido siembre de grises nubes
la triste ida de este hombre muerto.
lunes, 31 de enero de 2011
Ven por mí
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