viernes, 28 de octubre de 2011

Contigo







Corriendo juntos a la orilla de este río
envueltos en la tibia luz de tu camino,
veinte años pueden ser solo un suspiro
de caricias llenas y de versos contenidos,
y no es vida, si viviendo no es contigo.

En la maleta, retazos del trayecto
dos juguetes, fotos, un libro amigo
el esqueleto de un paraguas y tu afecto
siguen lloviendo días casi a diario,
y no es día, si amanece y no es contigo.

El hambre de tus besos, la sed de mis anhelos
la ternura y el calor de tus abrazos,
los placeres mas golosos cometidos
entre blancas nubes o en sábanas de raso,
y no es gozo, si anochece y no es contigo.




jueves, 27 de octubre de 2011

Y no estoy








           

A veces ocurre
que aún estando presente,
aunque salgo corriendo
con la mente fija
deseando mi encuentro
me busco y me busco,
y no estoy.
Y buscando mis pasos,
desandando el camino
tantas veces andado
tropiezo conmigo
volviendo de vuelta,
cansado de no hallarme,
me indico el destino
que ya no es otra cosa
que encontrar la respuesta
                   a tanto desatino.






domingo, 23 de octubre de 2011

Bendita cena








Sus manos nerviosas se recortaban sobre el blanco del mantel mientras buscaba la palabra exacta, jugueteando con la punta de la servilleta y con unos ojos que parecían querer evitarme. Hablaba deprisa, desgranando vivencias, sin prejuicios, como hablan los niños que se saben inocentes, con la frente muy alta y la estima intacta. Se sabía atendida en su dilema y a ratos entre sorbo y pausa, la admiraba a escondidas, la amaba a hurtadillas. ¿Como evitar desear aquellos besos?, ¿como no querer comer de aquella boca? Conocía bien cada línea de su rostro, largamente estudiado, la comisura de sus labios, la mueca en sus mejillas, el vaivén de sus cejas; pero ansiaba tanto el tacto de su cuello, el secreto aroma de su pelo, mis dedos resbalando entre las telas y el contorno de su pecho abriéndose a mis manos. Entre el sopor de la cena y la soledad de un secreto solo esperaba ser el dueño alguna vez del calor de su cintura...



sábado, 22 de octubre de 2011

Al tiempo











Tumbado sobre la piedra caliente 

escucho el triste llanto de un chelo solitario,

escucho como corre alocado entre arboles esbeltos

herrumbrando las manillas del reloj de un campanario,

no mires atrás y danza, aquí a mi lado,

atraviesa sin pudor las comisuras de mis labios

y quiebra mi voz

dejando en mi cara el retrato de estos años.















martes, 18 de octubre de 2011

El beso


















Y tan solo en un íntimo beso...

como una noche abrazando la leve tarde

así me dejé vencer por el ardor de sus aires,

como el ansiado riego de una gota de lluvia

caída entre el dolor y el ocre de mi desierta vida,

el tenue roce de unos labios en mi mejilla

y mi helada piel acarició un sol de mediodía.






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