Tan obviado y tan ausente,
no cabe la pausa en tu verbo
y me agotan tus razones
como una mentira roída
de agujeros amarillos
como maiz que brota
para quemarse al cielo
se clava en mi carne a lo lejos
tu atronador silencio
como una llanura extensa
de ocres y misterios
como la piedra gastada
por el llanto del tiempo
hundo mis verdades
al azul de tus nostalgias
y en la tempestad de tu boca,
naufragan mis silencios.
no cabe la pausa en tu verbo
y me agotan tus razones
como una mentira roída
de agujeros amarillos
como maiz que brota
para quemarse al cielo
se clava en mi carne a lo lejos
tu atronador silencio
como una llanura extensa
de ocres y misterios
como la piedra gastada
por el llanto del tiempo
hundo mis verdades
al azul de tus nostalgias
y en la tempestad de tu boca,
naufragan mis silencios.
2 comentarios:
Debo reconocer que llevo un rato entre tus letras, despertando, sintiendo, escuchando, oliendo, saboreando cada espacio, cada linea y esbozo callado de ellas. Querido Keko es un verdadero placer poder sentirlas.
Mi Beso siempre de admiración
Así es, amigo Keko, hay silencios que se clavan en las carnes y en ellos naufragan nostalgias y añoranzas ... Enhorabuena por este corto pero enorme poema. Un abrazo.
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