foto: Carolina Vilches (Alma Desnuda)
Antes no creía
en la existencia del alma,
en ese espíritu tenue
envolviendo nuestro todo,
en la secreta mirada
y en la leve distancia
que nos separa del suelo.
Antes, como dos faros
abiertos al mundo
tan solo mis ojos
presentían el camino
y mi alma inquieta,
imperceptible y pequeña
se agazapaba temblorosa
entre silencios oscuros.
Ahora sé que vive aquí
enredada entre mis dedos,
en la tinta de mis versos,
en la brisa y en mi cielo
enmarañada y difusa
me acompaña cada instante,
ahora sé que tengo alma.
Ahora lo sé, por como duele.